Las mejores tarjetas de crédito para 'sobrevivir' a la cuesta de enero

Las tarjetas de crédito nos pueden ayudar a superar una época en la que se concentran los gastos. Pero es necesario saber que no todas son iguales con el objetivo de aprovechar sus ventajas y conocer los gastos que conllevan.

Avanzamos enero, un mes difícil marcado por esa terrible cuesta, cada vez más larga y prolongada. Es cierto que cada vez existen más periodos "complicados", la vuelta de las vacaciones, el regreso al colegio... pero en enero sigue siendo especial por la combinación de gastos pasados (Navidad) y para muchos otros presentes (rebajas).

Todo ello lo aderezamos con una perspectiva económica aun confusa. Sobre el repunte pronosticado en la Navidad ya empiezan los primeros datos. El presidente de la Confederación de Empresarios de Madrid habla de "un ligero incremento de las ventas" pero teniendo en cuenta que el punto de comparación (la temporada 2012-2013) fue "la peor de los últimos años". Sin mucho dinero el primer esfuerzo económico del año, para "sobrevivir" en el mes o para realizar nuevas compras se hace en buena parte usando tarjetas de crédito, un producto que ha visto cómo sus condiciones también han empeorado este año pero en el que han crecido las ofertas destinadas a incentivar su uso.

No todas las ofertas son iguales

Los bancos quieren que usemos lo más posible las tarjetas, esta es la premisa inicial que tenemos que tener en cuenta si lo comparamos con lo que debería ser el razonamiento del consumidor, usar lo menos posible, cuando sea necesario. Y aprender a analizar y comparar adecuadamente las diferentes tarjetas del mercado para contratar la que mejor se adapta a nuestras necesidades. Además de la tarjeta que nos ofrece el banco con el que tenemos las cuentas, hay tarjetas que no obligan a cambiar de banco, muy interesantes como crédito de emergencia, que además no suelen tener coste de mantenimiento.

Si a esto unimos el entorno más competitivo en las cadenas comerciales que buscan que compremos lo máximo posible y que repitamos la compra en su establecimiento, tenemos el coctel perfecto, las tarjetas de afinidad o acuerdos puntuales entre empresa comercial y banco en la que ganan ambos pero no siempre el consumidor. Con esa premisa, podemos encontrarnos con dos tipos muy diferentes de descuento, el directo y el diferido. El descuento directo es cada vez, por desgracia, menos utilizado por los bancos a favor del diferido.

Es decir pagamos por el total de la compra y un porcentaje se acumula para ofrecernos más tarde un cupón descuento para utilizar en el mismo establecimiento. ¿Qué consiguen con ello? "Forzar" a volver a comprar en el mismo establecimiento (estos descuentos suelen caducar) e inician otra vez la espiral de acumular descuentos y seguir comprando. Con ello, podemos encontrarnos que en realidad hacemos compras a a un precio superior que en otro establecimiento, eliminando esfuerzos por controlar nuestro presupuesto comparando.

El caso más llamativo lo tenemos en el combustible. Esta tendencia se ha incrementado con el combustible, generando ofertas cruzadas entre establecimientos distintos, aprovechando el alto precio de gasoil y gasolina. Carrefour con CEPSA, El Corte Inglés con Repsol... son claros ejemplos. Estas ofertas se basan en acumular un porcentaje de nuestra compra en combustibles en vales para utilizar la gran superficie en la que se tenga el acuerdo. El problema es el señalado, nos puede llevar a repostar en una estación de servicio con precio superior u obligarnos a comprar en un establecimiento que no nos interese. Analicemos el precio neto (con el descuento) que obtendremos por este combustible y especialmente si vamos a sacar provecho de esos vales.

Descuentos en combustibles

Las grandes superficies están siendo las más agresivas en este tipo de ofertas. La cadena Alcampo ofrece todos los meses descuentos en el hipermercado y ofertas en gasolina para los titulares de su tarjeta, que es gratuita como la mayoría de este tipo de plásticos. La también francesa Carrefour comercializa la Visa PASS, que permite también realizar compras en otros establecimientos, ofrece diferentes tipos de descuentos que se acumulan para recibir cuatro veces al año un "ChequeAhorro" con todo el dinero que has acumulado correspondiente al 1% de las compras en hipermercados Carrefour, un 8% del carburante repostado en Estaciones de Servicio Carrefour, y desde los últimos meses, el 4% del consumo de combustible en las Estaciones de Servicio CEPSA.

Con esta oferta del 4% coincide con una de las tarjetas de compra más clásicas, la tarjeta de compras de El Corte Inglés. En este caso, en diciembre acaba de renovar su oferta del 4% en gasolineras Repsol, Campsa y Petronor ya sin fecha de finalización, sino que cada trimestre entrega un cheque descuento que luego puede ser canjeado en los supermercados de El Corte Inglés, Hipercor, Supercor y Opencor en los departamentos de alimentación, droguería y perfumería.

Si nos centramos exclusivamente en combustibles, la Visa Repsol que se puede contratar sin cambiar de banco nos ofrece un 2% de descuento en combustible, no en ningún vale, sino que se aplica directamente a la hora de liquidar los pagos del mes. Se puede usar en distintos establecimientos ofreciendo la ventaja de si gastas más de 400 euros en estos, se añade un 1% adicional de descuento al consumo de combustible.

Para todas las compras

Pero también otro tipo de tarjetas hacen su "agosto" en enero con descuentos que incentivan las compras, pero con un peligro, muchas son de la modalidad revolving y obligan a financiar las compras y por tanto pagar intereses. Banco Santander, sigue promocionando especialmente la tarjeta 123, con un 1% en supermercados, 2% en grandes almacenes o el 3% en las compras que realice en gasolineras, un descuento que se amplía al 7% se opta por repostar en las gasolineras adheridas al programa "Queremos ser tu banco". Pero ojo, nos encontramos con una revolving, lo que hace paguemos intereses por nuestras compras, con un cuota máxima mensual que superada esta y dependiendo del plazo puede incluso ser mayores que los descuentos.

BBVA también tiene su propio plan de descuentos, el programa ATRacción. Tienen acceso a él los clientes con la tarjeta a tu ritmo, de nuevo una tarjeta revolving, que al fraccionar las compras genera el pago de intereses. Con este programa, obtienes el 5% de todas las compras que hagas el mes que estrenes la tarjeta, también devuelve el 5% en todas las compras que hagas el mes de tu cumpleaños y otro 5% de devolución de las compras que realices en distintos sectores marcados por un calendario.

La Visa Shopping de Deutsche Bank, ofrece el 3% de las compras en grandes superficies indefinidamente. Eso sí, el gasto máximo sujeto a bonificación 500 euros mensuales y el abono se efectuará el mes siguiente de haber realizado la compra. La Nueva Visa de Barclaycard también acumula un descuento en la tarjeta para las siguientes compras (estimulando su uso) pero eso con diferencias respecto a Deutsche, es un 1% pero se puede aplicar en todas las compras sin límite de cantidad mensual.

Tarjetas con ofertas que tenemos que analizar minuciosamente para que el que gane sea el consumidor y no la entidad financiera o alguna gran superficie.